Hola, me presento, soy único, se que me acusan de generar
apetito desmedido y de inquieto. “Tales acusaciones yo castigare a su debido
tiempo“.
En este palacio cálido
y natural solo se encuentra la soledad con tanto movimiento al mismo tiempo, ¿habrá
otro igual? No creo, soy tan libre y me siento tan prisionero. No conozco otro
semejante pero si puedo oír las voces que hablan de miedo, dudas, dolores y
llantos. ¿Lo dirán por mí? Yo creo que si, por que ellos saben que soy un ser
especial, soy algo único. Los escucho,
pienso y reflexiono ¿ellos sabrán que el temor es mutuo? ¿Por qué nos tememos?
Cuando llega la claridad me entretengo, con mi sombra, jugamos que salimos a pasear y nos reímos hasta el cansancio. Cuando llega la enorme oscuridad mi palacio se vuelve silencioso, vacio y triste.
Escuche de una de esas voces que la próxima luna llena llegara
mi día, “desde entonces no me duele la soledad” porque sé que algo me espera
¿Cómo, cuándo, dónde? No lo sé, solo entiendo que hay algo para mí y lo espero
ansioso.
Los rayos del sol
cegaron por un momento sus ojos provocando una ligera sonrisa sobre sus labios.
Sabía que su dia había llegado. Estaba preparado.
- Felicitaciones mamá -dijo la
partera-. Valentín ha nacido.
Gladys Albarracín
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